Luis Díaz en un emotivo encuentro con su padre, Luis Manuel Díaz.
Luis Díaz en un emotivo encuentro con su padre, Luis Manuel Díaz.
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Caso 'Mane' Díaz: un secuestro que nos mostró la parte más humana de su hijo

El jugador del Liverpool no suele hablar mucho al público, pero mostró la parte más sensible en los últimos días.

Son pocas las personas que tienen la oportunidad de volver a ver a sus familiares sanos y salvos luego de ser secuestrados por alguna guerrilla en el territorio nacional. En este caso, la fortuna le sonrió a Luis Díaz.

El extremo guajiro vivió en carne propia lo que algunos colombianos han tenido que aceptar como su realidad, el secuestro de un ser querido.

Nunca ha estado acostumbrado a las cámaras, ni mucho menos a hablar en público sobre su familia. Sin embargo, el secuestro durante 12 días por parte del ELN de su padre Luis Manuel Díaz nos mostró la parte más humana de su hijo mayor. Un hombre que conmovió al mundo del deporte con la zozobra de no saber si volvería a ver a su figura paterna.

Si revisamos sus redes sociales, Luis Díaz venía siendo bastante activo en, solo por poner un ejemplo, su plataforma de Instagram. Hasta antes del 28 de octubre (fecha del secuestro de sus padres), el jugador del Liverpool publicó cuatro publicaciones entre sus juegos en Inglaterra y la selección Colombia. No obstante, hubo un vacío sepulcral desde aquella mitad de mes.

El rapto registrado en las inmediaciones del barrio Los Olivos, en Barrancas, La Guajira, llegó para quitarle su tranquilidad. Todo pasó cerca de las 7:00 p.m., hora del Reino Unido.

No se saben muchos detalles de cómo se enteró, pero sí de que su comunicación con familiares fue constante. Por lo menos, así lo confirmó él mismo en conversación con el general William René Salamanca, Director de la Policía Nacional. Ya para ese entonces, su mamá había sido entregada.

Fue una noche bastante larga para ‘Lucho’. Su nombre posaba entre los titulares para el compromiso del Liverpool ante el Nottingham Forest por la Premier League al día siguiente, pero quizás ni pudo conciliar el sueño.

“Esperamos fervientemente que el asunto se resuelva de forma segura y lo antes posible. Mientras tanto, el bienestar del jugador seguirá siendo nuestra prioridad inmediata”, fueron las palabras de su club que confirmaron que no la estaba pasando bien, más con lo que declaró su entrenador Jürgen Klopp: “fue una noche difícil”

La mente de la estrella colombiana divagaba pensando en la ubicación de su padre, con todas las hipótesis de una marcha a territorio venezolano, mientras que su camiseta se levantaba a lo más alto gracias a un homenaje que le hizo su compañero Diogo Jota.

Desde ese momento todo el mundo levantó voces u homenajes pidiendo la liberación de Luis Manuel Díaz. Desde la selección femenina de fútbol hasta candidatos electorales que se pusieron su camiseta para sufragar (no se sabe si popularmente o no). Ninguno obtuvo una respuesta particular del habilidoso atacante, ni siquiera las palabras del Presidente Gustavo Petro que confirmaban que tuvo una conversación con él.

El verdadero desahogo, la auténtica declaración de Luis Díaz sobre la retención de su padre llegó haciendo lo que mejor sabe hacer, jugando. 

Marcó el 5 de noviembre en su calendario y llevó a cabo todos los preparativos. Las cámaras de los medios más importantes apuntaban a su rostro. Entre otras cosas, era captado constantemente por la transmisión cada cierto periodo del compromiso. 

El resultado no importaba, ni mucho menos los puntos que le faltaban al Liverpool para perseguir a los líderes de la liga más importante del mundo. Pese a eso, el destino formó el mejor contexto posible para su expresión.

Aprovechó un centro preciso para cabecear con rapidez y anotar un agónico gol que evitó la derrota del Liverpool contra el Luton Town (1-1). Camisa arriba y mensaje entregado entre lágrimas: "Libertad para Papá".

El nudo en la garganta se lo quitó luego con un comunicado: “hoy no les habla el jugador de fútbol, hoy les está hablando ‘Lucho’ Diaz, el hijo de Luis Manuel Diaz. ‘Mane’ mi papá, es un trabajador incansable, nuestro pilar en la familia y está secuestrado”.

“Pido al ELN, la pronta liberación de mi papá, y a los organismos internacionales solicito intercedan por su libertad”, escribió.

“Cada segundo, cada minuto crece nuestra angustia; mi madre, mis hermanos y yo estamos desesperados, angustiados y sin palabras para describir lo que estamos sintiendo. Este sufrimiento solo terminará cuando lo tengamos de vuelta en casa. Suplico que lo liberen de inmediato respetando su integridad y terminando cuanto antes con esta dolorosa espera”, destacó.

Ese fue quizás el impulso que destrabó todo. Un mensaje a la sociedad demostrando que es lo verdaderamente importante. Algo que claramente se cumplió, pues a los cuatro días ‘Mane’ ya caminaba anonadado por su natal Barrancas.

El reencuentro decorado por lágrimas este martes entre Luis Díaz y Luis Manuel Díaz es mucho más que la finalidad de un caso que paralizó al país. Es la imagen vulnerable de una figura colombiana que ya le demostró al mundo que la familia es primero que todas las cosas.

Su mensaje en el post del comunicado que montó lo dice todo: “este gol es por la libertad de mi padre y de todos los secuestrados de mi país”.

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